sábado, 31 de mayo de 2014

SABED QUE YO ESTOY CON VOSOTROS (Mt 28, 16-20)

Según el evangelio de Mateo, las palabras elegidas por Jesús para despedirse de los discípulos fueron: “… y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Esta despedida exhorta a los discípulos a que sean conscientes de que siempre están y estarán acompañados por El, y los que hoy pretendemos seguir su camino, tendríamos que darnos cuenta de que esa exhortación va también para nosotros, hoy y siempre. Aunque no tengamos su presencia física, nunca nos ha abandonado y nos hace saber que su Presencia está con nosotros y se mantiene eternamente.

Esta idea a mí me genera Confianza: confianza en la Vida, confianza en las personas, confianza en que no estamos solos/as y en que lo que nos sucede cada día es lo que debía ocurrir, aunque a veces esta vida nos traiga dolor y sufrimiento que no comprendemos. De vez en cuando nos asaltan las dudas: por qué me pasa esto a mí?... y tendemos a rebelarnos y rechazar lo ocurrido, con lo cual acrecentamos el sufrimiento. En fin, creo que vivir la Confianza nos permite mantenernos a salvo a pesar de las circunstancias adversas.

Y esta Confianza nos tendría que ayudar a liberarnos de los miedos, esos que nos paralizan o nos impiden ser nosotros mismos, o no nos permiten salirnos de lo establecido para hacer algo innovador y diferente.

En conclusión, se intuye que la frase de despedida de Jesús tiene un alcance mucho más profundo que un acompañamiento, su Presencia vive en nosotros en forma de Amor, nos libera de miedos inútiles y nos aporta Confianza.
 
IOI

¿TRANSMITIMOS?... (Jn 14,15-21)

Jesús manifiesta su preocupación hacia como han de sentirse sus discípulos, una vez que no esté él, para guiarles. Sin embargo sabedor de todas las enseñanzas que les ha transmitido, pone plena confianza en ellos e intenta transmitirles seguridad. La seguridad de quien sabe que el amor hacia los demás, es la llave que abre todas las puertas que sin duda van a tener que cruzar, durante el trayecto para el que han sido escogidos.

De esa misma manera, todos los que somos padres sentimos, yo siento, preocupación por sí estaré preparando o haciendo que se preparen adecuadamente mis hijos, para recibir el mundo. El mundo "chico", el de su entorno, pero también el "Mundo".

Una vez más, Jesús va por delante y comparte con nosotros estas preocupaciones, lanzándonos hacia delante con la seguridad de quién es conocedor de la verdad, la que mueve masas, la que alimenta espíritus, la del amor por los demás. Como personas cristianas, esta debe ser una de nuestras grandes tareas en la vida TRANSMITIR, para que otros puedan seguir trabajando, puedan continuar trabajando, cuando nosotros no nos encontremos con ellos en cuerpo, pero si a través del POSO que hayamos dejado en los que nos precederán. Una misión está, de grandes pretensiones, pero es de nuestros "hijos y hermanos", de quienes hablamos. Bien se merece esta misión, que no escatimemos esfuerzos para entre todos conseguirla.

Krispin (Grupo Atzokoak)

domingo, 18 de mayo de 2014

MIRA QUE SOY CALAMIDAD!! (Jn 14,1-12)

Del evangelio de hoy, en el que Jesús intenta transmitir a sus discípulos quién es Él realmente y hacia dónde nos lleva, he extraído tres frases que a mí son las que me reconfortan 

· "Que no tiemble vuestro corazón: creed en Dios y creed también en mí"
· "En la casa de mi Padre hay muchas estancias"
· "Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores."

La tranquilidad que da cuando Jesús nos dice podéis confiar en Dios igual que podéis confiar en mí, no tengáis miedo, en la familia de Dios todos tienen cabida, lo realmente válido son las acciones y actuando como él nos dice, siguiendo su camino podemos hacer buenas y grandes obras.

Retomo este comentario laico, terminado el Domingo comunitario de la Unidad pastoral, uniendo el lema: "Construyendo espacios de esperanza" con la frase "En la casa de mi Padre hay muchas estancias": Parece que las dos nos llevan a lugares donde todos tenemos cabida, donde puedes confiar, y compartir esperanza como la que hoy (en el domingo comunitario 11Mayo) nos han transmitido los testimonios sinceros y emotivos de vivencias personales en la familia; con los hijos, con la pareja, el maltrato y los mayores.
 
Al terminar el día uno de los asistentes apenas podía expresar sus sentimientos de la emoción y yo me sentía reflejada en sus palabras "Mira que soy calamidad", ya que después de un entrañable video no he podido exponer mi pequeño tributo a mis mayores a quienes he tenido en todo momento en mi mente y en mi corazón y aprovechando este espacio quiero compartir mi experiencia de el día en que realmente me hice mayor, (todavía recuerdo la calle en la que esa idea me vino a la cabeza)....... Tenía 22 años, hasta entonces la casa de mis abuelos era un lugar donde nos cuidaban, nos mimaban y nos enseñaban a todos los nietos, la noche que falleció mi abuelo, yo me quedé a cuidar y consolar a mi abuela y los días siguientes mi abuela me pedía consejo a mí y ella era quien se apoyaba en mi brazo cuando hasta entonces había sido al revés. La vi llorar cuando tuvo que dejar su casa, su nido, entonces no lo entendí, venía a nuestra casa, hoy intuyo lo que sintió, (hoy tengo una casa en la que han crecido mis hijas y he vivido casi media vida). Aquellos días también descubrí a mi madre como hija (mi egoísmo como hija sólo me hacía verla como madre en mi mundo, no como esposa, madre, hija, trabajadora, amiga...en el suyo). Convivió con nosotros hasta los 98 años y nunca se quejó, y aunque decía que vivía como una reina con tantas comodidades, ella echaba de menos su mundo, disfrutó de sus biznietos, mi madre cuidó de ella todos y cada uno de los días hasta que se fue apagando poco a poco y como los cuentos de reinas y princesas terminó de la mejor manera posible, se fue de este mundo de la mano de su hija a la que ella había traído al mundo. Hoy los abuelos de mis hijas ponen el listón muy alto como abuelos, siempre dispuestos, siempre buenas palabras, siempre sabios consejos, tanta paciencia, animando a estudiar, intercediendo entre padres e hijos, intuyendo lo que cada uno necesita, intentando hacer la vida más cómoda y feliz a hijos y nietos, con las puertas de su casa siempre abiertas.

Mira que soy calamidad!!!!!!

Miriam

domingo, 11 de mayo de 2014

TIENES QUE OLER A OVEJA (Jn 10,1-10):

Una vez más, encontramos el símbolo de las ovejas, muy utilizado desde siempre en la tradición judeo-cristiana, por haber sido esta, una sociedad principalmente ganadera, sobre todo en aquellos tiempos… Hoy, el símbolo de la oveja y el cordero, tiene doble connotación, por un lado la iglesia lo sigue utilizando como representación de sus fieles, en el caso de la oveja, y como representación de Jesús en el caso del cordero, sobre todo por el sacrificio al que se sometió… Sin embargo, estos símbolos, en la sociedad civil (por llamar de alguna manera, a toda la nuestra sociedad en su conjunto… sea o no cristiana), tiene connotaciones más negativas… Representando el sometimiento, la falta de criterio… Yo sinceramente, creo que las dos representaciones, pueden ser válidas y compatibles, y paso a razonarlo…

No hace mucho, escuchando a Sor Lucía (es una monja de origen argentino, muy comprometida con los pobres, pero que al mismo tiempo, mantiene un mensaje crítico y revolucionario, dirigido sobre todo a algunos sectores de la Iglesia) por televisión, nos recordaba un llamamiento del papa Francisco, dirigido a sacerdotes, obispos etc., que decía: “el pastor tiene que oler a oveja”… A mí no me cabe duda de que los sacerdotes de nuestra Unidad Pastoral, huelen lo mismo que nosotros… ¿Pero huele así nuestro obispo?...

Recuerdo una ocasión, en la conmemorando la efemérides de San Cristóbal, visitó al grupo de Betania… Lógicamente habló lo que tuvo que hablar, pero cuando llegó el turno de las preguntas, algunas eran comprometidas… El iba saliendo al paso como podía, pero al darse cuenta, de que cada vez se le complicaba más la cosa, lo atajó con un “no os dejéis engañar”… Me sentí como pobrecita oveja descarriada, menos mal que está el pastor para guiarme… Claro y yo me pregunto: ¿Dónde está el pastor normalmente?...

Son pocas las ocasiones, en que he acudido a las concentraciones de Círculos de Silencio, que cada primer jueves de mes, se reúne para denunciar que en nuestra ciudad, hay personas que pasan hambre, sobre todo por el control y las restricciones al comedor social de Desamparados… Sí he coincidido con sacerdotes, pero con el señor obispo nunca… Corregirme por favor, si es que ha estado cuando yo no he ido… Pero sinceramente, dudo que haya acudido alguna vez… No sea que se inoportune algún dirigente político local… Y lo mismo cuando van a desahuciar de su vivienda a alguien, etc., etc. Lo vemos vestido con grandes galas, en las conmemoraciones de la catedral, en un reportaje a doble página en el periódico, con todas las autoridades, incluida la Guardia Civil y el Ejército… Ahí sí… ¿Oliendo a oveja?... Está claro que no…

No me quiero cebar mucho con nuestro obispo, porque los hay peores en otras diócesis… De los que hacen comentarios homófonos, etc., etc.

Para concluir me pregunto: ¿si son muchas las ovejas que pensamos así, y el pastor principal nos avala con su discurso… No debemos denunciar nosotros también… Exigir que se cumpla lo que el pastor principal manda, y no dejarle sólo? Nuestros sacerdotes, constantemente nos piden compromiso… COMPROMETAMONOS…
 
Toni

sábado, 3 de mayo de 2014

SER FUENTE DE ESPERANZA (Lc 24,13-35)

Antes de nada me gustaría haceros un guiño a los que leáis estos comentarios, para que participéis de este espacio, expresando vuestras propias opiniones, a fin de enriquecer este espacio de reflexión. Se crearía de esta forma, como dirían los entendidos, un “feed-back” – Yo lanzo algo y otra persona me lo lanza a mí – También se podría llamar diálogo, que es mucho más entretenido que monólogo.

En fin, animaros…   El episodio que me toca comentar es el de la ceguera de dos discípulos de Jesús, que no lo reconocen cuando caminaban de Jerusalén a Emaús, habiendo transcurrido sólo 3 días de su crucifixión. Leí el texto hace unas tres semanas, y de vez en cuando me venían ideas, sensaciones, sentimientos, sugerencias,…y de todo ello, me quedo con el sentimiento de DESESPERACION, DECEPCION, DESILUSION, DESANIMO, DESALIENTO, de DERROTA, que hubieron de padecer los seguidores de aquel hombre –Jesús- , que cometió la osadía de rebelarse a ricos y poderosos, a los altos cargos religiosos de su época, al orden social establecido, a la propia justicia,…

Aquel hombre –Jesús- que supo transmitir como nadie el sentido de las palabras AMOR y PERDON, que prendió la mecha de la ESPERANZA en la gente humilde, en los desfavorecidos, en los marginados, en los desechos de la sociedad. ESPERANZA en un mundo + justo, + amable, + humano, un mundo hecho a la medida de las personas. Y que ese hombre –Jesús- después de ser torturado, acabara ajusticiado en la cruz como un vulgar ladrón,  tras sufrir una larga agonía, supondría un auténtico mazazo en la moral de todos sus discípulos y seguidores.

Sin embargo, el gesto de COMPARTIR el pan es el que cura la ceguera de los discípulos y hace que vuelva, que resucite la ESPERANZA en los corazones. Imagino que ese dar parte de nuestra vida, ese compartir nuestro camino con otra gente, familiares, amigos, desconocidos,… es lo que enciende mechas de esperanza.

Casi siempre buscamos fuentes de esperanza en los demás, y casi nunca pensamos que nosotros, todos y cada uno de nosotros, TU TAMBIEN, podemos, PUEDES, ser esa fuente que alimente la ESPERANZA de familiares, amigos, desconocidos,…

Es por eso que te dejo con este sonido de esperanza en lo que tú esperas y en lo que los demás esperan de ti. -“Wish you were here” - ¡Ojala que estuvieras aquí!  (Pink Floyd)