domingo, 27 de abril de 2014

VER PARA CREER (Jn 20,19-31)

Interesante pensar por qué necesitamos, a día de hoy, ver para creer.

¿No nos es suficiente tener sus enseñanzas?
¿No nos es suficiente tener sus ejemplos?
¿No nos es suficiente ver que no hay contestación plausible a lo que nos ha enseñado y ejemplificado?

No conseguimos contestar.
No conseguimos argumentar lo contrario.

Incluso tenemos dentro de nosotros la intuición de que realmente es así, que debe ser así.

Quizás, decimos que queremos ver, porque si nos equivocamos será más fácil encontrar la excusa.
Quizás, no nos fiamos de nosotros mismos, de nuestra capacidad en hacer lo correcto y sostenerlo a cualquier coste.
Quizás, sepamos que cometemos equivocaciones y no lo soportamos.

Pero a día de hoy todavía, no seguir a Jesús, en los mínimos detalles del día a día, en el trato con la pareja, con los hijos, con los amigos, … es puro retraso que el tiempo nos lo cobrará.

Cueste lo que cueste.
 
J. (grupo Betania)

sábado, 19 de abril de 2014

SI NO LO VEO NO LO CREO (Jn 20,1-9)


Tantas veces decimos esta frase “ Si no lo veo no lo creo “ cuando algo nos sorprende, sorpresa que casi siempre va unida a lago desagradable, algo que no nos gusta, algo que nos pone triste. Sin embargo, en la lectura de hoy, la sorpresa va llena de alegría y de esperanza; es el renacer, el redescubrir, es sabernos acompañados siempre.

No todos tenemos los mismos ritmos, ni tenemos que llegar a la vez a los destinos, Los dos discípulos llegan en momentos diferentes al sepulcro y no ven lo mismo, porque a veces la situaciones de la vida no las vemos igual todas las personas, algunos ni siquiera las ven; demos tiempo a que todos lleguen, y ayudemos a que miren donde no ven nada, un detalle puede cambiar la percepción de lo que tenemos delante. Así Simón Pedro , que había llegado más tarde, hace que el otro discípulo entre, mire , vea y por fin se de cuenta que lo que realmente había pasado, por asombroso que fuera.

Cristo resucita, y con su ayuda nosotros también podemos renacer cada día, dejando atrás nuestros miedos, nuestra desesperanza, nuestra ceguera ante lo que ocurre en nuestra familia, en nuestra sociedad, en nosotros mismos; aunque para ello tengamos que pasar como él nuestro propio calvario.
 
El , nuestros Jesús, estará a nuestro lado, esperando a que cada uno de nosotros lleguemos, a nuestro ritmo, con nuestro paso, para redescubrir la vida con su compañía y mirar adelante aunque a veces no veamos nada; porque nosotros SI que creemos aunque no veamos.

domingo, 13 de abril de 2014

JESUS SIGUE SIENDO BUENA NOTICIA (Mt 26, 14-27)

Si Jesús hubiese sido alguien influyente e importante, con poder en la sociedad de su tiempo hubiese llegado en un caballo, y la guardia le hubiese escoltado hasta el palacio del rey. En cambio, buscó un asno, montura humilde, y cuando se acercó a la ciudad no le recibió ninguna autoridad. Fue la gente sencilla y bienintencionada, la que salió a recibirlo y mostró su amor por él en varios gestos, y la ilusión que tenía porque visitaba su ciudad.

En realidad, las autoridades le estaban preparando entonces otro “recibimiento” porque lo que decía y su manera de vivir, su libertad era incómoda y peligrosa para ellos, y quizás para otra mucha gente. Estos son los que gritaron “¡ Crucifícalo !” poco tiempo después. 
 
Hoy en día, la situación no es muy diferente. Jesús sigue siendo buena noticia para los pobres y los humildes, y los que queramos acercarnos a él con humildad, y podemos seguir viendo contrastes del mismo tipo en nuestra sociedad:

- Las personas que echan la culpa del paro y otros problemas a los inmigrantes y dicen “Que se vayan a su país” y los que ven a las personas que son, con sus problemas, muchos de ellos buscando una oportunidad para salir adelante trabajando duro.

- Los que piensan que algunos ya están cobrando suficiente sin hacer nada, y los que se preguntan que, si no tienen alternativas, como van a poder vivir algunas personas si se les quita lo único que les permite vivir.

- Los que piensan “el que la hace la paga”, que hubieran pensado en las consecuencias antes de hacer nada” y los que comprenden que, para unos familiares, tener que desplazarse 1000 km para ver un miembro de la familia, sin saber si van a poder hacerlo es una crueldad.

- Los que piensan que todos los políticos son corruptos y buscan su propio beneficio, y los que conocen personas con un cargo, que piensan realmente en el bien de la sociedad, y su trabajo, a veces, no le trae más que problemas, habiendo puesto en ocasiones en riesgo su vida.

Los que...y los que...

Pero lo que es más importante, y me lleva a reflexionar: ¿ Y yo ? ¿ De cuales soy ? ¿ Jesús es buena noticia para mi ?

domingo, 6 de abril de 2014

REGALO DE DIOS (Juan 11, 1-45)

Este evangelio es especialmente complicado para mi. No entiendo los “milagros” que hacia Jesús. Seguro que su forma de vivir y de luchar por el prójimo tenía algo de milagroso. Creo que si Dios tiene la capacidad de librarnos del sufrimiento y de la muerte, es muy injusto que lo hiciera con unos si y otros no. Y Dios no es injusto. Y además se escapa de mi racionamiento lógico de las cosas…

Así que cuando leo este evangelio, entiendo que Jesús nos quiere decir que confiemos en Él. Que nos quiere, se preocupa por nosotros y por nuestra familia. Además es compasivo, que nos acompaña en nuestro sufrimiento,…para que no estemos solos. E incluso sufre con nosotros. El evangelio dice: …”se sintió profundamente triste y conmovido y lloró”…En los momentos difíciles, en los que no podemos más, la confianza en Dios es un impulso de vida, es la energía para seguir luchando, es una ráfaga de viento que nos empuja por la espalda para que nuestro caminar sea más fácil, o una piedra que retira del camino, para que podamos pasar más fácilmente.

Me gusta de este evangelio, el hecho de que Marta le pide ayuda a Jesús. A veces nos avergonzamos por pedir ayuda o nos creemos autosuficientes. Pero la realidad es que confiar en el otro y pedirle ayuda es una acción de valentía. Creo que debería dejarme ayudar más por Dios y por mis seres queridos…

Dios está en mi vida, cuando el cansancio me invade o la carga de tareas se me acumula, o algo malo ocurre, Dios está ahí, quitándome trabas, sufriendo conmigo,…pero también diciéndome: levántate, quítate las ataduras, y sigue adelante, que tú puedes. 

La vida es un milagro de Dios que se produce cada día. Aprovecha hoy que hoy es único, es un regalo de Dios.
A.