domingo, 7 de noviembre de 2010

NO ES DIOS DE MUERTOS, SI NO DE VIVOS (Lc 20, 27-38 )

Últimamente alrededor de mi vida han ido falleciendo varias personas de gente conocida, pero también es cierto que han ido naciendo en los vientres de las madres varias personas que vendrán a la vida, a una vida en la que nosotros tenemos que estar para poder enseñarles otro estilo de vida diferente al que esta sociedad nos esta llevando.

Desde pequeños nos enseñan que algún día tenemos que morir pero parece tan lejano que no nos preocupa, que no pensamos en ese día, que no nos preparamos (como el que prepara un viaje de vacaciones, o una boda años antes....), casi que nos da igual, ¿y porque? acaso no estamos a gusto...... reflexionemos un momento en ese día, seguramente nos de hasta miedo y dejemos de pensar en ello.

Muchas veces estamos muertos en vida y eso no puede ser, necesitamos seguir adelante ante los problemas que se nos plantean diariamente, luchar por nuestros sueños, por los que nos rodean, por nuestras enfermedades, que es eso de tener un  problema y decir "me quiero morir" hay que luchar...... si bien es cierto que hay situaciones que solo las controla Dios y él como siempre es el que decide.
Dios es para los vivos, para los vivos de aquí y para los vivos de allí, nadie nos ha contado que tal se esta allí, pero no se debe estar mal, por que yo no conozco a nadie que haya vuelto para contárnoslo, como el bien dice la resurrección esta formada por el amor, la fe, la esperanza, la alegría......

Cuando nos hacen un regalo siempre decimos gracias, nos ponemos contentos y nos alegramos pues en este caso y sabiendo que LA VIDA ES UN REGALO DE DIOS, démosle las gracias, pongamos contentos y sigamos en esta vida siguiendo lo mejor que podamos su camino.

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